miércoles, 11 de abril de 2012

Al Anhelo



Osarios


Ahora estoy conforte, sentada en piedra.
Que al mirar a un costado;
Era lo que siempre había deseado.

De nuevo he sacado mi corazón;
Y he tratado de examinarlo
¿Por qué es tanto el dolor?

No hay día que deje de pensar,
Tanta zozobra y destierro
¡Mi alma ya es negra!

Su olor y presencia me hacen cómoda,
Caminar entre todas ellas.
Un poco de gozo a mi sombra

Nunca pude responderlo;
Revelar la conformidad,
Cada que asistía a este sitio;

Que siempre está repleto de huesos.
Que me escucha y sopla su viento.
Que me comprende sin decir algo.
Que me acoge como un cálido lecho.

Mis ojos están fatigados de tanto sollozar,
Mis muñecas frágiles de tanto cortar;
Y mi cuerpo cansado de tanto esperar.

¡Es tan bello, tan hermoso, tan pulcro!
¡Reposar en la tierra del eterno silencio!
Sin tristezas, sin sueños, sin tormentos.
Envidio a los que ya están muertos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario