Coloquio Lunar
Encogida en mis propios brazos.
Contemplando, aquél, majo cielo nocturno;
Esas luciérnagas que están de blanco.
Y mirando aquella esfera entre blanca y plateada.
Podía sentir esa cálida mirada.
Pero dicen que es de queso;
Aunque yo la veo como un enorme medio.
Quisiera preguntarle ¿Cómo es que da tanto albor?
Hoy he llorado, nuevamente mi socavón.
Y ella me ha vigilado, desde que se mete el sol
¿Por qué lloras? Ha preguntado
Porque todos me han despechado.
¿No hay nadie que te haya ayudado?
Sí, pero me terminan entregando.
Es inútil que vivieras tú, si solo sabes llorar.
Es lo que me he preguntado ¿Acaso debo gritarlo?
Tienes miedo a todo, pobre humano.
Miedo a todos y a todo, me han agraviado
¿Acaso creías que la vida era un juego de niños?
Siempre la juzgaba como una dulce manzana.
Tonta eres, en confiar lo que eres.
Tonta soy, por confiarles mis sacramentos.
Reposa en la fría tierra.
Porque ahora que te has dado cuenta;
De lo apremia que es la cuenta;
No tienes nada por lo cual luchar.
Es bien sabido eso
Contarte mi suplicio, ha tranquilizado.
Añoraría ser como tú, que das serenidad;
Escuchas a las desgraciadas como yo
Todo lo que me digas no servirá.
Ya que como tú; conozco la soledad.
Ser sombra de la gracia de Dios
Usada por los demás, como una guía nada más.
Suponía que eras agraciada.
Tan hermosa que nada te preocupada.
Cualquier te miraba y se enamoraba.
¡Diosa! ¡Valkiria! Reina de las sombras
De nuevo te equivocas.
Por más que sea un ancestro;
Alguien con un inmortal sueño;
Concibo mis defectos.
Lo he comprendido.
Sin embargo hay seres considerados perfectos.
Sin cerrazón en su visión.
Niegan cualquier temor.
Mienten, engañan, blasfeman.
Ya que por más serafines que se nombren;
Son los más ciegos ante la lumbre.
Pretenden el encanto de cada verano
Me aniquilan con su empalago.
Seres con incrédula mirada;
Que es la que me ultraja.
Burlándose de mi a todas horas.
Que más podías esperar de esos malcriados;
Que solo velan por su embeleso.
Pero tú no te compares a ellos;
¡Porque tú eres rareza en los insectos!
Ansiaría a veces ser como ellos.
Me abstengo para ser diferente de sus celos.
Comienzo a creer que ellos son los enfermos.
Sin en cambio hacen mi vida una malandanza infinita
Deja de refutar, criatura mortal.
Yo contigo vivo, yo contigo estoy.
Y en mi regazo; impediré tu desazón.
Limpia ya esas lágrimas de tu rostro sepulcral.
Garbos reverencio ante ti.
Impides mi camino, que apunto sentenciada.
Comprendería que fueras mi compañera.
Tú que me has demostrado tu nobleza.
Me ha enamorado tu desamparo.
Quizá mañana no sea la misma;
Tal vez no recuerdes mi presencia;
No obstante recodare tu gran tristeza.
Pretendo no olvidarte.
¿Por qué accedería a una despedida?
Debes despegarte de los remos de Morfeo;
Esto que has vociferado ha sido más que un ensueño.