A mi especie

Esquizofrenia melancólica

Esta locura triste… 
Tan oscura como mi mente

¡Como la maldigo!

Mi pecho se abre dolorosamente;

Mi pecho… Tan negro y sangrante,

Mi corazón… Tan doliente y agonizante.

Esquizofrenia melancólica

Demencia sobria… Mundo enfermo y sin color

Soledad tan grande… Tan traicionera.

Que sus garras aún me aferran

Me aferran y jamás me sueltan…

¿Estaré cuerda en un mundo de dementes?

Que me observan expectantes

Tan fríos… Lívidos… Ausentes

Esos ojos estúpidos… Aplastantes…

¿Será tan solo una necia ilusión?

Es tan solo mi corazón… 

Mi pútrido y sangrante corazón…

Atrapada

Confesiones de un mimo

Máscaras son las que pintamos,

En nuestro rostro nada etéreo.

Blanco cubre casi todo,

Negro para labios y ojos.

Imaginamos un mundo incorpóreo;

Las extremidades nos sirven de apoyo.

Vestimos con rayas horizontales,

Un sombrero que nos hace elegantes.

Esta prohibido hablarnos,

Solo hacemos nuestro acto.

Aunque máscaras son las que usamos

Impedimos demostrar algún afecto.

Terminado nuestro evento,

Regresamos a nuestro cruel cielo.

Imposible nos es tragarnos más el trance,

Resbala el maquillaje por nuestro rostro.

Esa caminata de tiempo,

Ahoga el imaginario cuerpo.

Avanzan sin retroceder un visto;

Ya no podemos tomarnos un descanso.

Aquí están de nuevo, los típicos gestos.

Actuamos el hábito falso.

Siguen ignorándonos.

Completamente ciegos están todos.

La caravana del júbilo simulado.

Ya no podemos con esta mentira.

La caravana del júbilo simulado.

Ya no podemos con esta mentira.